El arquero Hilario Navarro atajó tres penaltis y le dio a Estudiantes el pase ayer a cuartos de final de la Copa Sudamericana, tras un intenso partido en Montevideo que terminó 2-1 a favor de Peñarol, mismo resultado de la ida en Argentina.
El cuidapalos pincharrata se convirtió en el héroe de la noche para los suyos al detener tres penaltis consecutivos de Peñarol y anular así los esfuerzos del equipo local, que fue mejor pero que no supo liquidar la eliminatoria y cayó por 1-3 en la tanda decisiva.
Gonzalo Viera, en el minuto 22, y Jonathan Rodríguez, en el 47, adelantaron a Peñarol y momentáneamente pusieron a los uruguayos en cuartos de final, pero un gol de Guido Carrillo en el 71 igualó la serie y forzó los penaltis.
Los primeros minutos del encuentro sirvieron de estudio para ambos clubes: Peñarol más ofensivo y creativo y los argentinos más comedidos y pacientes a la espera del contragolpe.
El tanteo duró hasta el minuto 22 cuando Antonio Pacheco, con una rosca extraordinaria, se encargó de poner en el corazón del área un saque de falta para que entre Viera y un defensor argentino, se abriera el marcador.
Forzado a marcar, Estudiantes se desplegó y con ello se rompió el partido, circunstancia ideal para un Peñarol dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad para liquidar a sus rivales.
Al borde del final de la primera mitad, y tras una muy buena jugada colectiva, Peñarol marcó el segundo tanto por intermedio de Rodríguez, que remató inmisericorde al arco de Estudiantes para poner cuesta arriba la eliminatoria a los argentinos (47 minutos).
En la segunda parte, el onceno local arrancó con igual intensidad y tuvo varias ocasiones claras.
Con desespero, Estudiantes se abalanzó hacia el gol y su osadía le resultó. A los 71, un balón perdido por Peñarol habilitó a Carrillo para que con un lejano disparo superara al arquero Migliore e igualara la serie.
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