Aquel Guillermo Barros Schelotto rebelde como jugador surgido en Gimnasia y Esgrima de La Plata y marcado por el diálogo constante con sus rivales y el árbitro, mantiene las formas, viste un traje civil y exhibe las credenciales de técnico.
A sus 40 años, el ‘Mellizo’ tendrá la posibilidad en su segundo año como entrenador de sumar el primer título a su palmarés, el de la Copa Sudamericana.
Tras formarse como jugador en Gimnasia, brillar en Boca Juniors y tener su experiencia estadounidense en el Columbus Crew, ‘Guille’ volvió al equipo platense para retirarse como jugador en el torneo Clausura 2011, justo cuando su querido club de formación descendió a la segunda división.
Con 171 goles en 628 partidos, cosechó en su carrera como jugador un título en Gimnasia (Copa Centenario 1991), 16 trofeos con Boca (seis Ligas, cuatro Libertadores, dos Intercontinentales, dos Sudamericanas y dos Recopas Sudamericanas) y tres campeonatos con el Columbus Crew (dos Ligas y una Copa MLS).
Al año siguiente de su retirada, Guillermo asumió la conducción técnica del Lanús en lugar de Gabriel Schurrer.
Con un respeto ganado prontamente como entrenador, ‘el Mellizo’ buscará en este fin de año ganar su primer título sentado en el banquillo con una doble oportunidad: el certamen continental y el torneo local.
Barros Schelotto sabe que este inicio a pie firme como entrenador, sumado a los trofeos que pueda sumar a su palmarés junto con su historia como jugador, puede depositarlo como uno de los posibles sucesores a la ansiada conducción técnica del Boca Juniors cuando se retire Carlos Bianchi.
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