Tras resolver el pasado verano un conflicto con su contrato y rechazar una oferta de último minuto de la Roma, el delantero argentino Darío Cvitanich, autor de cinco goles en siete partidos de liga francesa, se ha confirmado como la gran estrella del Niza.
El equipo de la Costa Azul va de momento quinto, mejor que el año pasado, a pesar de las derrotas encajadas contra el Lyon (4-0) y el Nantes (2-0).
El argentino de 29 años, que sumó 19 goles en la primera división francesa el pasado año, ha disipado rápido el escepticismo de algunos sobre su forma y su eficacia.
"Esas dudas me han molestado y me han motivado, más aún habiendo tenido siempre la confianza de los directivos y de mis compañeros", dijo el jugador de ascendencia croata.
Mucho menos mediático que el colombiano Radamel Falcao (Mónaco), el uruguayo Edinson Cavani y el sueco Zlatan Ibrahimovic (París Saint-Germain), el segundo mejor goleador de la temporada 2012-2013 se describe a sí mismo como "una tortuga que avanza despacio pero con regularidad".
Cvitanich se ha convertido en un terror para los defensas rivales. El jugador nacido en Baradero, que mide 1,74 m y pesa 72 kilos, tiene un porcentaje del 53% de disparos entre los tres pales desde su llegada a la liga francesa, una muy buena marca que explica por qué todo el ataque del equipo está centrado en él.
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