En medio de la peor crisis institucional de su historia, con su máxima figura suspendida y el seleccionado a la deriva, Claudio Tapia se convirtió el miércoles en presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Tapia, único aspirante al cargo, fue ungido en una asamblea en el predio de selecciones nacionales de Ezeiza, convocada para cumplir con el estatuto, puesto que su candidatura resultó fruto de un acuerdo previo entre la mayoría de los dirigentes. No obstante, tres de los 43 asambleístas votaron en blanco.
"Muchísimos dirigentes, amigos del futbol, han trabajado para que a partir de este momento entre todos empecemos a recuperar la institucionalidad que se merece nuestro querido fútbol argentino", dijo Tapia en sus primeras palabras como presidente de AFA.
Contra lo que podía suponerse, al frente de AFA quedó el presidente de Barracas Central, un equipo de la tercera categoría y con apenas 500 socios. Sin embargo, Tapia estará apuntalado desde cargos inferiores por los dirigentes de Boca Juniors, Independiente y Racing Club.
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