El director técnico de la selección Argentina, Edgardo Bauza, admitió que si Bolivia logra meterle a su ritmo, su plantilla "la pasará mal” en el encuentro que deben disputar el próximo 28 de marzo, por la fecha 14 de las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.
En una entrevista con el portal oficial de la FIFA, Bauza habló de los dos lances que afrontará ante Chile y Bolivia, y no descartó la posibilidad de venir a La Paz con un equipo distinto, dependiendo del resultado que consiga primero en Buenos Aires contra los trasandinos.
"Depende de varias cuestiones. Por un lado habrá que ver el resultado con Chile, que también condiciona. El otro problema es que encaramos antes un partido caliente con 12 jugadores con problemas de amarillas. Vamos a esperar para decidir”.
Es cierto que Bolivia, al contrario que otras eliminatorias, apenas ha ganado dos de sus seis duelos como local. Bauza, que conoce cómo es jugar en la altura tras dirigir cinco años en Quito, explica la razón. "Eso pasa porque ahora los equipos, además de tener jerarquía, planifican mejor el partido. La clave es un planteo equilibrado para llegar enteros a los 20 minutos finales.
Ellos salen a atacarte, meten mucho ritmo y uno no debe entrar en ese juego, si no puedo pasarla mal”.
Antes de llegar a la sede de Gobierno, la albiceleste tendrá una parada muy difícil el jueves 23 de marzo, cuando reciba en la cancha de River Plate a Chile, cuarto en las posiciones y un punto por delante. Un encuentro clave con aroma a final, sobre todo después de lo sucedido en las últimas dos Copas América.
"Yo no diría que es una final, sí un partido determinante”, aclara Bauza. "Debo sacar al equipo de las últimas dos finales que jugaron y no perdieron, sino que perdieron por penales. A la rivalidad con Chile, que siempre existió, tendremos que reducirla a este partido, que es importante y ante un rival directo. Sólo debemos pensar que si ganamos, los pasamos”.
La presión que tendrán sus futbolistas es lo que menos preocupa al Patón. "Están acostumbrados, si juegan en los mejores clubes del mundo”, razona. Son los atributos de Chile sobre los que debe trabajar. "Son peligrosos de mitad de cancha hacia adelante, aprietan mucho y saben jugar en corto”.
También tiene palabras para su colega Juan Antonio Pizzi, a quien califica como "un gran amigo con el que hace un tiempo que no hablo, pero no por nada en particular. En cualquier momento nos juntamos a tomar un café o a cenar”. Y elogia la impronta que puede darle a Chile: "Trata de imponerle al equipo esa fuerza de voluntad que durante su carrera lo hizo un jugador de jerarquía”.
El envión final
Sobre el nivel que ha mostrado su equipo hasta aquí, Bauza es igual de claro: "No estoy conforme, porque alcanzo lo que pretendo de a ratos. Le ha faltado sostenerlo a lo largo de los partidos. Con Uruguay tuvo buenos momentos, y con Colombia, además de los goles, mejoró en lo defensivo. Pero la regularidad depende también del tiempo de trabajo”.
Del mismo modo, aún lamenta "los cinco puntos que teníamos para ganar con Paraguay acá y Perú allá, porque con eso hoy estaríamos mucho más tranquilos, sin tantos dolores de cabeza. Aunque bueno, forma parte de la dificultad de las Eliminatorias sudamericanas”.
Bauza encara así una doble jornada que considera bisagra en más de un sentido. "Tras de esta tanda de partidos, no creo que la tabla siga tan apretada como hasta ahora”, finaliza.
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