Cómplice inocente; un distraído involuntario o ciego -tal vez- por el resplandor de tanta magia en una cancha de fútbol el árbitro tunecino Ali Bennaceur fue el responsable de impartir justicia en el Argentina-Inglaterra del Mundial de México 1986 y este fin de semana tras 29 años recibió la visita de Diego Armando Maradona, el dueño de la Mano de Dios que él no vio, reportó el diario argentino Clarín.
Diego estuvo en Túnez y pasó a saludar a Ali Bennaceur. "Este fin de semana visité Túnez, y tuve un reencuentro muy emotivo con Ali Bennaceur, el árbitro del partido contra Inglaterra, en México 1986. Yo le regalé una camiseta argentina, y él me obsequió la fotografía de aquél partido que cuelga en su casa. Mi dedicatoria: 'Para Ali, mi amigo eterno'”, escribió Maradona en su cuenta de Facebook.
Aquel partido se vivió con un clima político especial porque ocurría cuatro años después de la Guerra de Malvinas, en la que Reino Unido retuvo las islas que le había quitado a Argentina en 1833. A los 6 minutos del segundo tiempo, El Pelusa alzó su puño izquierdo para elevar el balón por sobre Peter Shilton y, gracias al error del tunecino Bennacuer, anotó el 1-0. Apenas cuatro minutos después convirtió el que es considerado el mejor gol de la historia de los mundiales, en el que Maradona recorre la mitad del campo y deja en el camino a medio equipo inglés. Gary Lineker descontó en el minuto 36, pero no le alcanzó para detener a la selección que iba a ganar aquella Copa del Mundo, reportó diario español El País.
"Si ven el partido, se van a dar cuenta de que uno de los jueces de línea (el búlgaro Bogdan Dotchev) estaba mejor ubicado (que yo)”, se justificó Bennaceur en una entrevista que concedió al periódico deportivo ‘Olé’ en 2001. "Yo dudé, pero cuando vi que el línea corría hacia el centro, marqué el gol. Estaba obligado a seguir el consejo de la FIFA”, se amparó el tunecino. También declaró aquella vez su fortuna por ser testigo del segundo gol de Maradona: "Me di el gusto de ver el mejor gol del siglo. Después de arrancar, cada vez que Maradona pasaba a un rival yo le gritaba: ‘¡Avantage, avantage! (¡Ventaja, ventaja!)’. Cuando terminó el partido, me acerqué y le dije mil veces bravo”.
En un principio Maradona negó que hubiese tocado el balón con la mano. Llegó a decir que fue la "mano de Dios”. Pero hace diez años en el programa televisivo que él dirigía, ‘La Noche del Diez’, confesó por primera vez que había cometido falta al anotar el primer gol. El exjugador del Barcelona y el Sevilla admitó que "desde el principio” planeaba usar su mano porque Shilton medía 1,85 metros y él, 1,66. ”No podía ganarle de ninguna manera con un cabezazo”, reconoció.
Maradona dijo hace diez años que jamás se había arrepentido del gol de la "mano de Dios"
"La verdad es que nunca me arrepentí de haber marcado ese tanto con la mano, e inclusive hice otro parecido jugando para Napoli contra Udinese en la Liga italiana. Hasta el brasileño Zico, que jugaba para ellos, me preguntó si no me parecía mal, y yo le respondí: 'Para nada'”, dijo Maradona aquella vez. "Cuando vi que el juez de línea (Dotchev) iba para el medio de la cancha, le pedí a los muchachos, ya que nadie me venía a abrazar, que me abrazaran, que hiciéramos quilombo (lío) para que convalidaran el gol. Estaban tímidos y vinieron a abrazarme, pero como diciendo: ‘Estamos robando’. Pero yo les dije: ‘El que roba a un ladrón tiene cien años de perdón'. Ellos nos habían hecho un montón de cosas, y nosotros sabíamos que los que teníamos adelante eran ingleses”, relató Maradona en 2005, diez años antes de su visita al tunecino Bennaceur.
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