Luego del triunfo ante Bélgica en los cuartos de final del Mundial, la selección argentina regresó a los entrenamientos con un fuerte hincapié en el aspecto anímico para dar el siguiente paso.
En su práctica vespertina en el complejo Cidade do Galo, en Belo Horizonte, el seleccionador Alejandro Sabella reunió a todo su grupo en una charla de motivación que se extendió durante cinco minutos. Distendidos, entre risas y buen humor, los jugadores cerraron esta etapa con un aplauso cerrado, del que sólo se ausentó Ángel Di María.
El jugador del Real Madrid, que ayer debió abandonar el campo de juego a los 32 minutos por molestia muscular en el aductor de la pierna derecha, completó los exámenes médicos y comenzó su rehabilitación.
En esta primera etapa del entrenamiento abierta a la prensa, el cuerpo técnico argentino volvió a demostrar la importancia que le otorga al factor anímico en esta recta final del Mundial luego de casi un mes concentrado.
Sin una jornada libre en toda la Copa del Mundo, la plantilla argentina se centra ahora en el segundo de los tres pasos que se propuso antes de desembarcar en tierras brasileñas.
Cumplida la meta de volver a estar entre los cuatro mejores luego de 24 años, la próxima ambición será superar a Holanda para disputar la quinta final mundialista.
La selección argentina cumplirá hoy con su práctica a puertas cerradas, la última en Belo Horizonte, porque mañana por la mañana tiene programado su viaje a la capital paulista.
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