La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tendrá este viernes su día de refundación cuando una asamblea defina cuestiones vitales de su funcionamiento en un nuevo acuerdo de poder entre dirigentes para salir de la peor crisis institucional y económica de su historia.
Los asambleístas deberán aprobar un nuevo estatuto con respaldo de la FIFA, poner fecha al reinicio de los postergados torneos, definir la estructura de la proyectada Superliga y fijar un plazo de 45 días para elegir al nuevo presidente.
Decidieron postergar, en cambio, sin fecha, el anuncio de cuál grupo empresario de medios será adjudicado para transmitir por TV los partidos. A tal efecto, deberán aprobar el viernes la rescisión del contrato de Fútbol para Todos (FPT), por el cual el gobierno televisaba gratuitamente y le pagaba un canon a la AFA.
Tamaña discusión supone rearmar el andamiaje de poder que sucumbió a la crisis tras la muerte de Julio Grondona, quien la presidió como un 'todopoderoso' por 35 años hasta su muerte en 2014.
Desde entonces, y con su sucesor Luis Segura, la AFA cayó en el descalabro institucional y financiero que terminó en julio pasado con la virtual intervención de la FIFA y el gobierno con una comisión normalizadora presidida por Armando Pérez.
Barajar y dar de nuevo
El cónclave debe aprobar el estatuto que se acordó tras meses de discusiones y que significará un nuevo reparto de poder en las decisiones, con una reducción de 75 a 39 asambleístas.
El detonante de la crisis fue el anuncio del presidente Mauricio Macri, asumido en diciembre de 2015, de terminar con el FPT por el cual el Estado pagó, desde 2009, millones de dólares a la AFA por los derechos para televisar partidos que los aficionados volvieron a disfrutar en forma gratuita tras años de servicio pago.
En el medio, atizó la discusión la creación de la Superliga, en la cual se debatió largamente la intención del gobierno de que se admitieran las sociedades anónimas, contrapuestas al actual formato de los clubes. La dirigencia aprueba la Superliga pero sólo podrán competir los que sean asociaciones civiles sin fines de lucro, como hasta ahora.
Un impulsor de los cambios fue Macri, expresidente de Boca Juniors antes de llegar a la política. Pero tropezó con la resistencia de los clubes medianos y chicos a resignar ingresos.
Aprobar los estatutos según FIFA y Conmebol es un paso necesario para convocar a elecciones. Se estima que el 28 de abril será la fecha para elegir al presidente de AFA por cuatro años.
En medio de la lucha de intereses, los campeonatos quedaron paralizados y no pudieron comenzar este año.
Tres para ganar
La Comisión Audiovisual de la AFA postergó (aparentemente por una semana más) la decisión final sobre cuál de las tres empresas internacionales que presentaron ofertas se quedará con los derechos para televisar partidos de primera división, base del sustento financiero de la AFA.
Los candidatos en carrera son ESPN, Fox-Turner y la catalana Mediapro.
Los sobres con las ofertas económicas se abrieron el martes y quedaron bajo el escrutinio de una comisión de la AFA. Pensaban revelar al ganador este viernes pero decidieron tomarse más tiempo.
El millonario contrato con la TV será por cinco años, renovable por otros cinco con una base de 1.200 millones de pesos ($us 75 millones) y un pago mínimo de 3.000 millones por año (U$us 187,5 millones).
Sólo comprenderá los partidos locales ya que la transmisión audiovisual de los internacionales está comprometida hasta 2019 con la argentina Torneos S.A.
Deudas
Los clubes reclaman al Estado un resarcimiento por la cancelación anticipada del FPT que finalizaba en 2019.
Pidieron 530 millones de pesos pero el gobierno sólo les dará 350 millones.
Hoy, el depósito de los 350 millones (que viene demorado desde fines de diciembre) mantiene en alerta a los clubes, que con eso podrían garantizar el comienzo del torneo, pensado para el 3 de marzo. Si ese dinero está, todo volverá a rodar.
Hasta que se haga cargo el nuevo operador, las transmisiones de los partidos las realizarán los canales abiertos Telefé y El Trece, entre otros, a cambio de 140 millones de pesos a descontar de la deuda del Estado.
La AFA volverá a recibir dinero fresco en sus arcas, cuyos desmanejos de los últimos años aún están bajo la lupa de la justicia. Pero esa es otra historia.
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