Hasta acá llegó. La luchó hasta donde pudo pero, luego de muchos años de malas gestiones, resultados deportivos y problemas institucionales, Independiente descendió a la B Nacional tras caer 1 a 0 frente al Ciclón.
La historia ya estaba escrita, pero faltaba aquel tiro de gracia que acabara de una buena vez por todas con las ilusiones de los hinchas más optimistas. Y llegó. Luego de un primer tiempo con pocas emociones, las malas nuevas se empezaron a hacer presente en Avellaneda: al triunfo parcial de San Martín en San Juan, se le sumó el de Argentinos Juniors en la Paternal. Y, finalmente, el gol de Ángel Correa para San Lorenzo, acabó con cualquier esperanza.
La cara de los miles de fanáticos resumía todo. Resignación, dolor por ver a aquel gigante de la Argentina y del continente, ese que alguna vez supo ganarse a fuerza de títulos el mote de Rey de Copas, viviendo el peor momento de su historia, tocando fondo.
Aquella situación que debió vivir hace apenas dos años a River, hoy la sufre el Rojo en carne propia. Es el final de una era para el conjunto de Avellaneda, que tendrá tiempo para hacer una autocrítica, replantearse muchísimas cosas y comenzar de cero. Por increíble que resulte, la próxima temporada Independiente jugará en la B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario