El equipo de Quilmes, recién descendido a la Nacional “B” del fútbol argentino, está tras los pasos del portero titular de Aurora, Silvio Dulcich, para incluirlo como refuerzo en el torneo que se inicia en el segundo semestre de este año, una vez que concluya la Copa América.
La llegada de Dulcich al equipo “cervecero” es impulsada por el director técnico de Quilmes, Ricardo Carusso Lombardi, porque lo considera fundamental en su alineación para dar seguridad bajo los tres palos y encarar el objetivo de retorno a la principal división del fútbol argentino.
Según conoció el número uno, las gestiones para su incorporación las realiza Facundo Fernández, el encargado de las negociaciones con los jugadores del club Quilmes e hijo del jefe del gabinete del gobierno argentino, Aníbal Fernández.
Lo único que resta para consolidar el traspaso del jugador cordobés a Quilmes es arreglar su desvinculación con la dirigencia de Aurora, debido a que Dulcich tiene contrato hasta junio de 2012.
Además, la ficha de actuación del portero pertenece en un 50 por ciento a Aurora, por lo que deben finiquitarse estos asuntos antes de dar como bien hecha esta negociación.
Según se sabe, los dirigentes de Quilmes tratan de entrar en contacto con sus pares de Aurora para ver la mejor forma de resolver esta situación y posibilitar el retorno de Dulcich para jugar en su país.
El arquero se encuentra en su tierra natal, Alpha Corral, en la provincia de Córdoba, Argentina, porque la directiva de Aurora le concedió una semana más de vacación para que retorne a los entrenamientos en el complejo de la laguna Alalay, que comenzaron el lunes.
Es la tercera vez que Dulcich es tentado para jugar en el fútbol argentino. En 2009 se conoció del interés de Racing, de Avellaneda; en 2010 pasó lo propio con Tigre. En las ocasiones anteriores, como ahora, el director técnico era Carusso Lombardi.
El presidente de Aurora, Rodolfo Acevedo se encuentra en Buenos Aires, Argentina, e irá a La Plata para observar hoy el partido debut de Bolivia en la Copa América.
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