Grandes figuras, más extranjeros permitidos y un nuevo modelo de televisación de partidos a cambio de jugosos ingresos. Todo parece servido para que el fútbol argentino tenga el salto de calidad que tanto se le reclamaba con el inicio de la Superliga.
Algunos escépticos, no obstante, temen que la Superliga amplíe la hegemonía de los poderosos Boca Juniors y River Plate en desmedro de la paridad que marcaba al viejo modelo. Mientras River fichó a Enzo Pérez, jugador argentino que actuaba en el Valencia de España, el último campeón Boca fue capaz de incorporar al volante colombiano Edwin Cardona, procedente del Monterrey de México. Después de ocho años de transmisiones de partidos subvencionadas por el Estado, los derechos audiovisuales fueron adquiridos conjuntamente por las cadenas Fox y Turner a cambio de 4.000 millones de pesos anuales (cerca de 200 millones de dólares). El nuevo contrato tendrá una vigencia de cinco años, con opción a renovarlo por cinco años más. Boca y River destinaron gran parte de estos recursos a reforzar sus planteles, mientras la mayoría de los otros 26 equipos de primera división se vieron obligados a cancelar abultadas y añejas deudas. Tigre-Lanús y Banfield-Belgrano abrirán hoy la temporada. Un día después jugarán Defensa-Gimnasia, Colón-Rosario Central, Talleres-Lanús e Independiente-Huracán. Boca y River debutarán el domingo ante Olimpo y Temperley, en forma respectiva. /AP
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