Chilavert no ha pensado en ser entrenador. Tiene una teoría: “El técnico a veces no es muy importante. Un técnico tiene el 10% de la responsabilidad, y lo separaría así: el 5%, la disciplina interna, y el 5%, el sistema táctico.
Después, son los jugadores los que definen. A veces los entrenadores tratan de subestimar o dejar mal paradas a las figuras, y ahí empiezan los roces”.
Pero sí se imagina en otra función: “Me gustaría ser manager de un club. Yo me veo en ese rol, pero se tienen que reunir muchas condiciones; por ejemplo, que los dirigentes de la institución tengan visión de futuro. Hace un tiempo dije que Vélez debía interactuar con el mercado chino, pero la dirigencia anterior me acusó de que quería hacer negocios. ¿Cuál es la meca hoy del mercado? China. Cuando uno es un adelantado, molesta”.
-¿Qué Mundial te imaginas a partir del sorteo en Moscú?
-Para mí, en el sorteo aparecieron las bolillas calientes y frías. Tienes dos poderosos, uno más débil y otro más flojo por grupo? Pero ojo que los más débiles, estando bien física y tácticamente le pueden complicar la vida a cualquiera. Por ejemplo, Argentina no se puede confiar de Islandia. Son grandotes, fuertes en la pelota parada y Argentina no tiene tantos hombres altos. Hay que respetarlos. Yo quiero que Argentina vuelva a jugar la final y la gane. ¿Por qué? Por Messi. Yo soy un fanático de Messi. Él está en otro planeta, mientras Cristiano y Neymar están en la Tierra. Esa es la diferencia. El día que se vaya Messi del fútbol, lo vamos a llorar todos.
-¿La selección argentina estará entre los candidatos en Rusia?
-Claro, claro, no tengo dudas. Pero él la hace candidata. Sin Messi, Argentina no pasaría la primera rueda. Argentina tiene buenos jugadores, Agüero, Higuaín, Di María, Dybala, pero hay una diferencia: ellos no te hacen ganar un partido; Messi, sí. Él hace la diferencia. Aparte, si está parado nomás, los rivales ya se asustan.
-¿Qué hubieses hecho en un mano a mano con Messi?
-Yo tengo la fórmula para pararlo: el control remoto. Cuando corre, freno la imagen. No, no, no hay manera, es imposible con él. Tiene velocidad e inteligencia. Y mirada periférica: cuando avanza, ya sabe si el arquero viene corriendo, si se frenó, dónde están todos sus compañeros?
-¿Cuánto creés que costaría tu pase en el mercado actual?
-Hoy mi pase valdría como el de Messi, Neymar o Cristiano Ronaldo. Si yo hubiese tenido un manager, podría haber jugado en el Barcelona o en el Real Madrid. Pero siempre preferí manejarme solo, y no me quejo con lo que me dio el fútbol. Tres veces fui elegido el mejor arquero del mundo y soy el único sudamericano que lo ha conseguido. Hoy Chilavert es una marca registrada en el mundo.
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