domingo, 21 de septiembre de 2014

Con pólvora mojada en el clásico de La Plata

Estudiantes y Gimnasia terminaron la trilogía del clásico de La Plata con un 0-0 que tuvo más fricción que buen juego. El Lobo creó las situaciones más claras pero el Pincha controló mejor la pelota. Ambos equipos sintieron el cansancio de la seguidilla de partidos.

Raro explicar el partido. Porque Gimnasia fue el que tuvo las situaciones más claras y Estudiantes, el que mejor manejó la pelota. A los 4 minutos Rojas, casi en el punto de penal, avisó con un remate que salvó bien Silva. Una buena y prometedora invitación. Pero un engaño, al fin y al cabo. Porque fueron escasas esas situaciones que se esperaban... Alcanza una mano para contar las chances de los dos equipos. ¿Por qué? Desgaste, cansancio. Lo que generó imprecisión, falta de astucia y poca determinación.
Román Martínez, quien debería ser el conductor del Pincha, se ubicó por izquierda y quedó lejos de la pelota. Le llegaba poco y, a veces, mal. El partido estaba enredado en el medio, Gimnasia esperando e intentando salir de contra. Así fue que, cuando no pifió en la resolución de la jugada, creó lo más peligroso: a los 40 la peinó Alvaro Fernández y respondió Silva, y 60 segundos después el que probó fue Ignacio Fernández con un tiro fuerte desde afuera que pasó cerca.
El Lobo le puso garra, pero no le alcanzó para sacarse la espina de la eliminación de la Copa a manos de su primo platense. Sin embargo, se mostró mejor que su rival.

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