Diego Maradona participó este sábado en el bautizo de su nieto apenas unas horas después de haber sido ingresado en una clínica, donde se sometió a unos exámenes médicos de rutina por un leve sangrado estomacal.
El exastro del fútbol mundial fue el padrino de Diego Matías, hijo de Diego Junior, en un acto familiar que hizo olvidar los estudios de rutina que se había realizado la víspera envuelto en un sinfín de rumores sobre su estado de salud.
"No pasó nada. Fui a la clínica a hacerme resonancias. El amor no cambia: todos me desearon lo mejor. Voy por la revancha con Dorados", sentenció Maradona tras salir de la clínica.
En la capilla de Nordelta, barrio ribereño ubicado al norte de Buenos Aires, el astro se mostró sonriente con camisa, pajarita (moño) y sombrero acompañado de su nieto, su hijo y su hija Jana.
Según habían confiado el viernes a EFE fuentes cercanas al exastro del fútbol mundial previo a recibir el alta médica, entre los análisis clínicos a Maradona se le realizó "una endoscopia con resultados positivos y que confirmó una pequeña hernia estomacal producto de la operación de ´bypass´ gástrico que se realizó en Colombia en 2005".
"De esta hernia pierde apenas un hilo de sangre y la próxima semana será intervenido pero no quedará internado y podrá realizar vida normal", completó la fuente en contacto con EFE.
Después de esta jornada familiar y la pequeña intervención quirúrgica y la rehabilitación ambulatoria de rigor, Diego Maradona volverá a Sinaloa para iniciar su segundo torneo al frente del equipo Dorados, que en el Apertura del ascenso mexicano había caído en la final ante San Luis.
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