El Alianza Lima peruano y el Huracán argentino abrirán el martes la quincuagésima sexta edición de la Copa Libertadores, en un partido que se disputará sin público, a causa de la sanción que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) impulso al equipo limeño el año pasado.
El encuentro, correspondiente a la ida de la primera fase de la Libertadores, es el primero de los tres compromisos internacionales que el Alianza deberá jugar a puerta cerrada en el estadio Alejandro Villanueva, como sanción por el lanzamiento de bengalas durante un partido la Copa Sudamericana en la temporada anterior.
El conjunto local regresa a la Libertadores tras un año sin disputar este torneo, y lo hará con la ausencia del delantero Jean Deza, su flamante fichaje, quien todavía se entrena para alcanzar el nivel físico requerido, tras ser repatriado desde el Montpellier francés.
El entrenador uruguayo Guillermo Sanguinetti tiene todavía la misión de armar una línea defensiva tan sólida, porque se marchó su capitán y compatriota Walter Ibáñez a la Universidad Católica de Chile.
Para el conjunto peruano será su vigésimo cuarta participación en la Copa Libertadores, donde alcanzó las semifinales en las ediciones de 1976 y 1978.
El Huracán llegó a Lima el domingo con las ausencias del defensa Carlos Arano, quien se recupera de una intervención de un ligamento cruzado de su rodilla derecha, y del atacante Cristian Espinoza, convocado por la selección argentina sub’20 que disputa el Sudamericano en Uruguay.
El entrenador del equipo argentino, Néstor Apuzzo, prevé paliar esas bajas con la inclusión de Luciano Balbi por la banda izquierda y de Agustín Torassa como extremo derecho.
Para el Huracán será la segunda participación de su historia en la Copa Libertadores, y la afrontará con el recuerdo de haber alcanzado las semifinales del torneo en 1974.
El cotejo se desarrollará desde las 20:15 hora boliviana en el estadio "Alejandro Villanueva" de Lima con el arbitraje de José Buitrago (Colombia).
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