viernes, 11 de julio de 2014

Javier Mascherano es un capitán sin cinta en el conjunto sudamericano Alma y símbolo de la Argentina

Javier Mascherano demostró el miércoles una vez más ser el alma de la selección argentina, que puso esfuerzo e inteligencia para llegar después de 24 años a una nueva final mundialista.



Capitán sin cinta desde que en 2011 cedió el brazalete a Lionel Messi, Mascherano mantiene una enorme ascendencia sobre el grupo y es quien ordena y combate en cada una de las dos áreas.

Corrió hasta el límite ante Holanda, hasta el minuto 90 para alcanzar a Arjen Robben y llegó a cruzar su botín para desviar el remate del jugador del Bayer Múnich en un mano a mano con Sergio Romero, que podría haber cambiado la historia y llevado a Holanda a su cuarta final. También atacó adelante y organizó el juego en el medio campo.

Pidió tranquilidad con gestos claros, indicó hacia qué lado jugar, definió quién tenía que hacer algunos saques de banda y fue el encargado de la última arenga antes de los penales.



"Mascherano es un baluarte, un símbolo. Pudimos pasar a la final y se sacó un gran peso de encima. Es el único jugador argentino que tiene una doble medalla de Juegos Olímpicos, es de excepción”, destacó el técnico Alejandro Sabella, tras el triunfo.

El mediocampista defensivo, que en Barcelona juega de zaguero central, no puede ocultar su felicidad, después de un comienzo de Mundial difícil. "Estoy cansado de comer mierda”, arengó a sus compañeros cuando tenían por delante clasificar a semifinales por primera vez desde Italia 90. Y el triunfo sobre Bélgica fue su desahogo después de quedar eliminado dos veces seguidas en cuartos de final, en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
El miércoles les volvió a hablar a sus compañeros antes de la serie de penales. "Les dije que estaba orgulloso de formar parte de un equipo, de un equipo como éste, que esto empezó hace dos años y medio o tres en Barranquilla (en el inicio de la era Sabella), que sufrimos mucho, que quizás sabíamos que iba a ser muy difícil pero que estábamos ahí, que más allá de lo que pasase en los penales mi orgullo por formar parte de este equipo no iba a cambiar”, reveló.

Y también arengó al arquero Sergio Romero: "Hoy te convertís en héroe”; "Le dije que iba a ser su día, que podía ser recordado para el resto de la historia”.
"Vamos a jugar el partido más importante de nuestras carreras y esperamos estar a la altura de las circunstancias el domingo a las 5 de la tarde”, afirmó.

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