Otra frustración vivió este domingo Rosario Central, ya que se le escapó otra chance de reencontrarse con la victoria ante Ferro, en el Gigante, donde fue empate 1-1. El Canalla queda cada vez más alejado de la parte de arriba de la tabla de la B Nacional.
El encuentro fue entretenido y parejo durante buena parte de su transcurso. Pero los de Miguel Ángel Russo tuvieron fallas defensivas cuando fueron atacados y carecieron de ideas claras en los momentos en que el Verdolaga les cedió la pelota. Y acumulan cinco partidos sin ganar.
No comenzó bien el encuentro para la Academia rosarina. Ferro lo sacudió de entrada con una chance clara de gol y al rato se lesionó, otra vez, Leonardo Talamonti. El Oveja, sobre cuya carrera parece pesar un embrujo, salió entre lágrimas y dejó su lugar a Franco Peppino.
El pleito era parejo cuando a los 24 abrió la cuenta el Verdolaga, con un zapatazo bajo de Pereyra Díaz tras el rebote de un corner. Pero el Canalla se repuso rápido gracias a un gran remate desde afuera de Medina que el arquero Jorge Carranza arañó pero no desvió lo suficiente.
El resto de la etapa inicial continuó entretenida y con llegadas de los dos, aunque Central terminó algo mejor con Medina y Fernando Coniglio enchufados.
Mermó la intensidad del partido bajo el calor de Arroyito en el segundo tiempo. El sol se hizo un claro entre las nubes y los 27 grados pesaron en el campo, en partes iguales para los dos.
Ferro, equipo que se hace fuerte fuera de su casa, retrasó todas sus líneas y decidió esperar, mirando la igualdad cada vez con más cariño. El Canalla se apoderó de la pelota y presionó pero casi siempre con más enjundia que fútbol.
Un par de tiros de media distancia y otros tantos centros peligrosos fueron los únicos argumentos de Central, que vio escapar el partido ante la resignación de su gente, que sigue sin tener un fin de semana de festejo.
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