Tigre sumó el jueves tres puntos valiosos para acortar camino en su cuesta arriba de los promedios al vencer por 1-0 a Argentinos Juniors en La Paternal.
Fue un debut oscuro el de Néstor Gorosito en la nueva gestión como entrenador del Bicho y en una noche que terminó con insultos y silbidos de hinchas tanto a los futbolistas.
Es que por un lado Argentinos marcha último junto a Banfield sin haber ganado un solo partido.
Los sonidos hirientes desde la tribuna bajaron luego que Carlos Luna convirtiera el gol de Tigre a los 10 minutos del segundo tiempo y se extendieron porque Argentinos no pudo quebrar la defensa del equipo del Vasco Arruabarrena y encima Pablo Bárzola se hizo expulsar por tirar lejos una pelota tras un fallo del árbitro Diego Ceballos y cuando ya cargaba una tarjeta amarilla.
Si bien Tigre sigue en zona de descenso directo, suma seis partidos sin perder y se encaramó en el cuarto lugar a un solo punto de Racing y Rafaela, escoltas de Boca.
Argentinos manejó la pelota la mayor parte del primer tiempo pero fue Tigre, con su fútbol vertical el que tuvo las mejores chances.
Pudo haber marcado en el primero el Chino Luna pero Maggiolo se metió en el medio de la jugada y pese a no haber tocado el balón el línea cobró fuera de juego.
Luna, pese a no recibirla redonda, peleó y estuvo en todas, hasta cuando fue a buscar una pelota y chocó con el arquero Luis Ojeda, quien tuvo que salir por el golpe.
La mejor de Argentinos fue a los 10 cuando Javier García voló para atajar un disparo de Sabia, en tanto que Torrén salvó al Bicho cuando Luna ganó la posición a una salida de Ojeda y disparó al arco desguarnecido.
En el segundo tiempo siguió por la línea con Argentinos volcado al ataque pero con Tigre picante de contra y de esta manera llegó el gol a los 10 minutos.
Centro pasado de Díaz desde la derecha, Leone la bajó en el segundo palo y Luna la empujó al gol tirándose al suelo.
Una vez que Tigre consiguió la ventaja en el resultado y en hombres se le facilitó el trámite por la impericia de Argentinos para quebrar la defensa y porque el conjunto de Arrubarrena siguió atacando cada vez que se le presentaba la ocasión.
Hasta que Ceballos dio el último pitazo y resonaron los insultos desde las tribunas locales.
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